miércoles, enero 11, 2006

Hay apostar por algo diferente, difícil, muy difícil


Por El Ratón Pérez

Quienes sostenemos que la televisión penquista tiene una sola manera de salvarse, produciendo contenidos locales en formatos novedosos, no observamos una actitud de los canales para enfrentar ese camino.
El antiguo truco de copiar formatos, repetir lo que los canales nacionales nos han presentado hasta aburrirnos, demuestran que hay aquí una dosis de incapacidad o simplemente deseos de no hacer y menos de innovar.
Ejemplos: matinales clones de los de Santiago en cuanto a contenidos; noticiarios con estructuras similares a los únicos en el mundo, los de Santiago, que nos obligan a tragarnos unas pocas noticias y un mar de intrascendencias. Prolongar artificialmente un noticiario supone mayor cantidad de anunciantes.Esa parte de la fórmula aquí no funciona.
A matinales y noticiarios debemos añadir video clips y espacios de conversación, por fáciles de producir, entre otras cosas porque a los invitados no se les paga una rupia. No siempre resultan interesantes porque habitualmente todos los panelistas están de acuerdo. Programas deportivos en que los propios panelistas deambulan con sus camaritas por los entrenamientos de los equipos locales
En paralelo funcionan los espacios fabricados por productoras las que se ven en amarillos aprietos frente a los canales. Estos, por lo general,intentan cobrar por transmitir lo que ellas llevan. Se demuestra una evidente incapacidad de los canales para comercializar los productos, incluidos los propios.
Otro sector lo ocupan los espacios que obtuvieron fondos concursables. La presencia de algunos de ellos sólo se explicaría por la necesidad que el Consejo Nacional de Televisión tiene de destinar fondos a regiones y es muy posible que no le convenga declarar desiertos los concursos. Muchos de tales programas se eternizan y la situación, de acuerdo a sus realizadores, los hace exitosos. Un programa de televisión no debería tener una temporada de más de doce capítulos,lo contrario aburre,cansa y el telespectador se cambia a algo de mayor interés.
La situación pasa también por el desconocimiento de la gente de los canales sobre el medio televisión. Vivimos una etapa en que las decisiones están en manos de aficionados. Falta gente que sepa de la industria y haya tenido experiencias importantes y trascendentales en canales nacionales, el problema que es cuestan muy caro. Sólo uno de ellos con los pocos recursos que hay aquí pudiera hacer una mejor televisión local y paralizar a los comentaristas de este blog, tan críticos la mayoría de las veces.

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