Por Beto Troncoso
Interrogante fundamental ¿habrá entendido alguien lo que quiso hacer Sebastián Grant en algo que llamó coloquio en TVU?. Se trataba de analizar el concepto de belleza con dos escritores y un científico, en un trasnochado espacio de una escuela de verano que se hizo hace dos semanas. Por de pronto Grant comenzó a tutear a una señora que se llama Diamela Eltit, como si se conocieran de toda la vida. La escritora tenía una cara de lata y para sus adentros tiene que haber dicho "la que me tengo que aguantar a cambio de la invitación a todo trapo que me hizo la universidad". Las preguntas cantinflescas, abundantes en lugares comunes, de Grant eran esperadas con curiosidad por los coloquiadores y sus rostros reflejaban un ¿a qué hora termina este suplicio?.
Resulta que para dirigir un coloquio hay que tener algunas habilidades que el director del panel no cuenta y como en TVU no pagan agarraron al primero que pasó, y la suerte fue de Grant, quien nos tiene habituados a sus cantinfleos. Otro razonamiento, no basta dejarse barba y usar gafas redondas para parecer inteligente y agudo, también hay que serlo.
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