
Al mentecato del Pelao Yañez la Alejandrita Gouet le programó un viaje al Paso de Pichachén con la secreta intención que pasara la frontera y se quedara allá entreteniendo a los argentinos con su voz de barítono. No lo dejaron pasar y los gendarmes amenazaron con una declaración de guerra si ese pelado pasa para este lado, dijeron.
A la Vero Moscoso la mandaron hace unas semanas a comer guindas a Quinchamalí y de recuerdo se trajo un chanchito de greda para el Rodrigo.