sábado, enero 05, 2008

Estadio Julio Martínez


Primero, que descueve que el principal estadio del país lleve el nombre de un periodista. Segundo, ojalá las malas vibras que aún quedan desde que fue utilizado para encarcelar y matar chilenos, se esfumen y así la selección pueda de una vez por todas ganar limpiamente a quien se le ponga por delante y los paraguayos no nos vuelvan a encajar dos pepas de cabeza y para colmo iguales.
Se espera que las buenas vibras de don Julio eviten que los delincuentes de las barras de la Chile, Colo Colo y la Católica dejen ver fútbol. También se espera que las mismas buenas vibras eviten que los equipos ded provincia sean echados al saco por los colizones de los árbitros, entre ellos el Chandía que se cree estrella el muy weón.