martes, enero 15, 2008

Patricia Verdugo, la mujer que investigó y miró a los ojos de los asesinos






Durante 18 años le hizo el quite al río Mapocho. Podía mirar por horas el cerro San Cristóbal, pero no las turbias aguas, donde encontraron flotando a su padre, Sergio Verdugo, desaparecido en julio de 1976 por agentes de la Dirección de Inteligencia de Carabineros, a quienes tuvo la oportunidad de mirar a la cara y presenciar sus enjuiciamientos.

Patricia Verdugo estuvo amenazada de muerte, y tras el asesinato del padre publicó su íntima versión de la historia en 1999 con el título de "Bucarest 187". Hace ocho años, le preguntaron en una entrevista, dónde le gustaría vivir. "En Nueva York o en la Isla de Pascua, pero soy mapuche por estructura sicológica y Chile es mi tierra", contestó.

Verdugo, Premio Nacional de Periodismo 1997, y autora de "Los zarpazos del puma" (1985), que vendió más de 100 mil ejemplares en un año - y 30 mil volúmenes piratas-, dejó de existir, a los 61 años, a las 22:30 horas del domingo pasado en el Hospital Clínico de la Universidad Católica producto del cáncer a la vesícula que padecía hace más de un año. Verdugo, quien decía que los periodistas son siquiatras sociales -porque "ayudan a superar los traumas del pueblo"-, también sufrió la muerte de dos hijos (uno, por infección postoperatoria y otro por muerte súbita).

Estudió periodismo en la Universidad Católica y desde 1969 trabajó en diversos medios, como las revistas Ercilla, Hoy, Análisis y APSI, y colaboró en TVN y en el diario La Segunda.

Tras el asesinato de su padre, la causa de los derechos humanos fue el gran tema que eligió para su labor periodística, trabajo que le significó recibir en 1993 el Premio María Moors Cabot, en Estados Unidos.

"Los zarpazos del puma" fue prohibido por la dictadura, pero circuló de forma tan masiva, que llegó a convertirse en un emblema de la lucha a favor de los derechos humanos. En él, relata la matanza de 72 personas por integrantes de la llamada Caravana de la Muerte, comitiva militar que recorrió el país asesinando presos políticos entre octubre y noviembre de 1973.

Los datos expuestos en el libro fueron confirmados posteriormente durante la investigación judicial del caso, llevada a cabo por el juez Juan Guzmán, quien procesó a Augusto Pinochet por su responsabilidad en los crímenes denunciados.

Además, Verdugo publicó en la década del 80, "André de La Victoria", sobre el asesinato del cura francés André Jarland; "Quemados vivos", basado en la tragedia sufrida por Rodrigo Rojas de Negri y Carmen Gloria Quintana; "Operación Siglo XX", en colaboración con Carmen Hertz, y "Conversaciones con Nemesio Antúnez", diálogos que se realizaron durante los últimos cuatro meses de vida del pintor.

Hoy se incinerarán sus restos, como era su deseo, en el Cementerio Parque del Recuerdo, previo a una misa en su memoria a las 12:30 horas. Por lo menos no verá el dolor de su hijo Diego Marín Verdugo, quien el mismo día que perdió a su madre, sufrió la muerte de su polola, Carla Ríos Jarpa (29), quien cerca de las 15:30 horas, sufrió un accidente en Tomás Moro con Alejandro Fleming, falleciendo a las 21:20 horas en la Clínica Alemana.



Nota de la R. Tomado del diario La Nación.