martes, septiembre 05, 2006

Ensayo Parte Cuatro. Los que Salvan.


Por el Ratón Pérez, que anduvo más lento que la nueva justicia a la hora de cumplir con el encargo que le hicimos. Casi le pegamos una patada en el poto por lenteja.

De los programas que uno de mis colegas estima constituyen el 30 por ciento, pretendo enumerar algunos que destacan y que salvan. Parto con los noticiarios que con el tratamiento del acontecer diario salvan, aún cuando en la ciudad y la zona no ocurren grandes cosas. De ahí que el pasado fin de semana el rayuelero que pretende ingresar al libro de Guiness ocupó por lo menos dos minutos. De todos modos el esfuerzo que hacen los periodistas es encomiable. Pocos recursos, bajos salarios, pocos hechos noticiables, de todos modos paran un programa diario. ¿De qué uno pudiera quejarse?. De la puesta en escena, de las escenografías, del vestuario, de las imitaciones de estilo y esos, por fortuna olvidados, "cambiando completamente de tema".
También debemos quejarnos de la escasa investigación sobre lo que aquí ocurre; de la ausencia de informaciones internacionales en un canal universitario cuya propietaria es una Universidad en donde en diversas facultades se habla sobre lo que ocurre más allá de nuestra fronteras. ¿Qué costaría un resumen diario internacional con dejo interpretativo y algun crédito local que profundizara sobre una noticia?. Es cuestión de voluntad y de entender que aquí también hay voces que pueden comentar y que Buitrago no es el único. CNN, TVE, la Deutsche Welle, ofrecen imágenes gratis y ya no es necesario contratar servicios satelitales. La ausencia de lo internacional nos limita.

Otros que salvan.

De mi consideración, también salva Pulguita por mucho que algunos ironicen. Se ha mantenido, gusta a ciertos niños. En su propuesta hay humanidad, simpleza y también creatividad, A todo ello hay que añadir horas de trabajo, edición. No hay cabro chico, o adolescente, que yo conozca que no haya visto a Pulguita. Es un clásico de la telelocal. Echamos de menos una renovación de imagen. Se puede conservar la cabeza, rostro incluído el clásico hongo chaplinesco. Hay que cambiar el vestuario que se quedó en el pasado. Aguantemos que deje las chalupas, también clásicas, pero busquemos un traje nuevo.Modernicemos, recurramos a google y busquemos imágenes de payasos, algo encontraremos. Hay necesidad de un nuevo look. También haría falta un buen libretista para trabajar más a fondo el espectáculo. Que no sea algo tan predecible y plano.

Parte Sexta del Ensayo sobre la Telelocal, próximamente,"Otros pocos que salvan".