martes, agosto 08, 2006

Carta de un loco para otro loco


Prejuicios

Señor director:
El pasado fin de semana, en el desempeño de mi rol público, tuve la oportunidad de conversar con una persona con la cual, a pesar de sostener ideas distintas en materia de políticas públicas, logré sacar adelante un par de iniciativas que Dios quiera se puedan transformar en buenos y fecundos resultados alineados con el bien común.
Tras ello, y fruto de que cuestiones como ésta sistemáticamente me ocurren, valga a bien la siguiente reflexión.
¿Cuántas veces, contaminados por algún prejuicio infundado, hemos tomado distancia y dejado de establecer un vínculo con alguien de valor? El diablo es muy diablo y utiliza cualquier artimaña con tal de separar a las personas. En ese sentido, si le es posible hacernos etiquetar a alguien de alguna forma que nos aleje de él, sin duda lo hará. Dios es amor, y el amor implica comunicación para una mutua perfección. Nuestro Padre nos regala la gracia de reconocer y tomar conciencia de que nuestra misión -Mc 12,28-31- implica transformarnos en una comunidad que, dejando fuera todo prejuicio, intercambie fluida y solidariamente sus distintos talentos entre sus miembros, construyendo con esa dinámica la mejor y más feliz de las sociedades: la del sano y verdadero amor.

Enrique van Rysselberghe H.
Concejal y Ayathola penquista.

Nota del Editor: este tipo de cartas del concejal UDI tienen loco al otro loco, pero como el que maneja la página de redacción es el Opus Dei, reverendo padre López, las publica igual. Cachen cuantas cartitas weonas como la de arriba ha publicado el Mercurio de Hualpén.