martes, octubre 24, 2006

Nunca tan chupapatas... la Crónica post Mairas


Escribe Bernardo La Leyenda, luciendo su mejor peluca empolvada

"Jaqueline van Rysselberghe, cumple con todos los requisitos para ser una mujer sofisticada. Es guapa, detenta poder y se codea con lo más granado de la sociedad chilena. Claro que cuando le ponen por delante una sopaipilla con pebre, la alcaldesa de Concepción, no se resiste.
La intendenta María Soledad Tohá, por su lado, lleva una vida sana, le gusta el aire libre y el campo y cómo no, si es de Chillán.
Lo que pocos saben es que llega a fumar una caja de cigarrillos diaria, sobre todo cuando su agenda se ve copada y compleja.
Las mujeres más influyentes de la región guardan algunos secretos que sólo sus más cercanos conocen. Más que pedirle a ellas datos sobre su propia personalidad, quisimos preguntarle a quienes trabajan codo a codo con ellas, cómo son cuando las cámaras no están observando".


Estas joyitas, especialmente la subrayada, las publica Crónica de hoy. El redactor (a) que las redactó no es más chupapatas porque ya no le debe quedar lengua. El articulito está, en general, hasta simpático pero eso que la Yaqui se "codea con lo más granado de la sociedad chilena" hay que ser muy weón y rasca, recién promovido, o haber estudiado con beca en la UDD para escribirlo como una forma de agradecer. Sociedad Chilena como la que se imagina Pasto Seco no existe, hay weones arribistas que es otro cuento, y con esos, que en Concepción abundan, se codea la alcaldesa.
Los penquistas son gente de trabajo, con escaso abolengo y quien lo tiene lo oculta pudorosamente. En su mayoría es gente que ha venido de afuera muchos inmigrantes pobres que hicieron pequeñas y medianas fortunas y no hay nadie que pueda ser calificado de lo más granado. Es gente común. En Santiago quedan algunos granados, pero Longueira ni Lavín están entre ellos, menos Ricardo Lagos, hijo de profesora; tampoco lo son las viejitas socialités que aparecen todos los días en El Mercurio, la Julita y la Marie Ross, asomadas como ellas solas. Asomadas hay muchas y, crean, cobran de 500 lucas para arriba para asistir a cotelés, lanzamientos y otras fiestecitas. Lo mismo que la Argandoña y la Pamela Díaz, a las que algún desubicado puede que las sitúe también entre lo más granado de la sociedad chilena.
Sociedad chilena granada ya no existe, sólo los ricos riquísimos y que se sepa la Yaqui no es amiga de Angellini y menos de los Lucksic tampoco de Piñera que con su fortuna surgida de la especulación bursatil no se la pesca.
Cierro, la Intendenta, mujer de clase media, debe dejar de fumar.