jueves, septiembre 06, 2007

Pavarotti entre nosotros



Por Marilyn


El segundo recital de los dos únicos que Pavarotti realizó en Chile fue el el 15 de enero de 1995 en el Estadio Regional de Concepción, frente a 12 mil espectadores. El lleno no fue total porque la entrada más cara costaba $ 50 mil.

El cantante arribó al aeropuerto de Carriel Sur, vestido de jeans y zapatillas, un sombrero y una pañoleta floreada al cuello.

Se hospedó en dos suites del Hotel El Araucano y visitó Lota y Coronel, recorridos en los que se trasladó en dos Mercedes Benz. También se reunió con el matrimonio chileno compuesto por Oscar Fuenzalida y Coty Conejeros, padres de Carmen, casada con uno de sus sobrinos.

Esa vez sus exigencias fueron mayores al interior del camarín. Además de una tabla de planchar, pidió unos secadores de pelo, y un teclado eléctrico de 88 teclas. En el recital el intérprete se presentó con la soprano estadounidense Cynthia Laurence y Aandrea Griminelli y Magiera, quien dirigió a la Orquesta Sinfónica de Concepción. Entre el público destacó el ex Presidente Patricio Aylwin y la ex primera dama Hortensia Bussi.

El concierto, donde interpretó piezas populares como Granada y el Ave María y el Brindis de la Traviata coreado por el público, no estuvo ajeno a las polémicas. Organizadores del evento acusaron al alcalde de la época de Concepción Ariel Ulloa de adueñarse del recital. Fueron muchos los que utilizaron el recital en su favor. El principal esfuerzo lo hizo, como ha sido siempre aquí, la Universidad que aportó con la Orquesta y el teatro para los ensayos.

Los santiaguinos no se quedaron tranquilos y por todos lados intentaron opacar el espectáculo. El más ridículo fue el hoy jurado de Cuanto Vale el Show,Italo Pasalaqua, que halló que el recital de Pavarotti en Concepción no fue ninguna maravilla. ¿Con qué autoridad?

La foto la tenía mi padre entre sus papeles en el escritorio Luix XVI de caoba y palo de rosa. Se la saqué y la metí al escanner. Tenía miedo que la fuera a carbonizar, según él que no cacha una de computación.