miércoles, septiembre 05, 2007

El sermón del hermano Coke Wells

Queridísimos hermanos y hermanas, en primer lugar espero que este sermón y sus ideas brillantes no me las copee el guatón copión y las presente como propias. Es del único que tengo dudas porque Vidar no cacha nada así es que no entenderá un c0c0 de lo que yo planteo.
Creo, queridos hermanos y hermanas, que lo de Bielsa es la última oportunidad del fútbol chileno. Hasta ahora le hemos echado la culpa de errores y fracasos a los entrenadores y los jugadores han pasado colados.
El pelotudo de Olmos y el pelao Acosta fueron los últimos estrategas a los cuales les sacamos la cresta por malos, pero de los jugadores no dijimos nunca nada. Por el contrario les adjudicamos apodos como mago, niños maravillas y otras linduras. Con tres magos en el equipo los brasileños nos metieron la goleada más grande de la historia. A uno de los magos le pusieron cuernos y otro de apellido Valdivia quiso hacer trucos con unas torrejas de jamón en Venezuela, con tan mala suerte que lo pillaron chanchito porque siempre fue weón y no se le ha quitado. Perdonen la franqueza de mi lenguaje queridas hermanas y hermanos.
Se que el Valdivia es amigo del guatón copión y le irá con el cuento...copión y cuentista al fin yal cabo.
Bueno, como les conversaba queridos hermanos, los entrenadores eran como las webas y teníamos dudas de los jugadores. El Perro Bailarín y el Pelado ordi ya no daban más. Ahora tinimos un entrenador de sesenta millones mensuales, de clase mundial, un estudioso, y se supone que el equipo jugará a algo...
Pero, queridos hermanos, yo me pregunto ¿ qué pasará si el equipo sigue jugando como las pelotas y hasta Venezuela nos da la torta ?
Me respondo a mi mismo, porque el hermano Wells es muy honrado. Quedará palmariamente demostrado, hermanos y hermanas, que el problema son los jugadores y que no pueden dar más. Demostrará que no tienen condiciones y que son inventos de los periodistas y de ellos mismos. En suma está por verse si el fútbol chileno tiene algún brillo o es, definitivamente, como las reverendas bolas.
Gracias por los aplausos hermanos y a ti guatón copión, cuidadito con aparecer con estas mismas ideas en el puro jurgol.