Señor Director:
La revolución educacional iniciada "por los pingüinos" atravesó todos los sectores políticos y su soporte, fundamental, es mejorarla. Tienen razón, pues acorta la distancia entre ricos y pobres, y en el caso de las buenas maneras en el comportamiento social, se vincula con el respeto a la persona humana.
En el programa "Sábado Gigante", del Canal 13, perteneciente a la Universidad Católica, sorprenden las dos últimas emisiones por su falta de pudor y obscenidad. En la primera, la conductora entrevista a un folclorista chilote que canta con su hijo de unos 6 a 8 años; le ofrece grabar su música, pues le causa admiración. El niño gritaba voz en cuello "viejas calientes", dirigiéndose a otras damas que estaban en el escenario. Como la risa era abundante, el niño repetía una y otra vez esa frase.
En la segunda, entrevista a una señorita Renata Bravo y un periodista de apellido Chávez y apodado el "Chavito"; ambos decían trabajar en Radio Pudahuel. En el recinto donde se realizan las transmisiones se cuenta al público que desprendían sus gases, dando rienda suelta, enrareciendo el aire de tan pequeño lugar y culpándose unos a otros de la autoría.
¡Menudo servicio le hicieron a Radio Pudahuel! Quiero recordar a la dirección de ese canal que el pudor es la virtud que enseña a descubrir y a preservar la propia intimidad, no sólo de la persona física; nace con el despertar de la conciencia del sujeto, y enseñar el pudor es despertar el respeto de la persona humana; preserva la intimidad y varía de una cultura a otra; cuida el misterio de las personas y de su amor. Si se pierde el sentido del alma, se pierde también el sentido del cuerpo. Son palabras del catecismo, que el canal católico está obligado conocer. El pudor, la urbanidad, la prudencia y las buenas maneras forman parte de la educación en las relaciones del buen comportamiento social y se les llama también virtud.
No entiendo al director del programa. No entiendo a la conductora. No entiendo a los protagonistas y periodistas de Radio Pudahuel. Sí entiendo el afán de los llamados pingüinos, que desean una mejor educación. Bueno sería que las autoridades universitarias no perdieran el timón del Canal 13 y sugiero que dediquen un minuto al día para enseñar normas de urbanidad y buenos modales.
CARLOS ROBERTO BOSSELIN OCHSENIUS
Abogado