lunes, julio 31, 2006
Feliciamos Palma a Canal 8
Por el Ratón Pérez
(excúseme jefe por colaborar tarde mal y nunca, es que Metodología me tiene loco)
Fue delirante, el estelar del domingo por la noche en el Canal de Almendra, estuvo destinado a mostrar a las actuales degeneraciones el auge y porrazo de LozaPenco en el fútbol profesional. Lo mejor de todo, el relato corrió por cuenta de Héctor Alarcón, que, al parecer, volvió al Canal de la Laguna de las Tres Pascualas en gloria y majestad y con la misma casaquita de la foto.
Como nos tiene acostumbrado el Number 8, las imagenes las había editado un mono de circo de esos que llegan a los barrios. Como las weas. Los goles de un guatón de apellido Bonbón, así se cachaba en el relato, remecían a los habitantes de la localidad locera. En medio de todo el jolgorio el héroe de la jornada era Feliciano Palma y la heroína su mujer, Margarita dice mi viejo que se llamaba. Eran el centro de todo y el colmo fue cuando en medio de una celebración Feliciano anunció que todos aquellos pasajes que la gente había comprado para seguir al equipo eran ahora de cargo de la empresa. La señora Germany estaba eufórica, próxima al orgasmo.
Lo mejor fue el regreso del equipo desde Santiago por vía aérea a Concepción. El grupito nunca había volado y esa secuencia duró casi lo mismo que dura el viaje entre Santiago y Concepción.
El programa terminó abruptamente, sin relato, sin nada. Se obvió decir que el financiamiento del éxito de LozaPenco y de su dueño y presidente, Feliciano, estuvo en las exportaciones de palos de escoba a Estados Unidos para robarse el IVA.
No entendí mucho cual era el negocio cuando mi padre, contador, me lo explicó a chuchada limpia. Terminó diciendome eres un cabeza dura...sacó unas manzanas y me dijo: Feliciano decía que exportaba tazas de baño, lavatorios y todo eso, pero en realidad mandaba palos de escoba y como a los exportadores les devuelven el iva (qué mierda será eso) se quedaba con toda la torta hasta que lo pillaron y lo metieron preso. Ah, yo creía que le había metido un palo de escoba por el culo...
Nota del Editor: colaborai poco pero weno. Te tenimos en salmuera.