
Los despidos en medios rara vez hacen noticia, más bien se ocultan hasta en los órganos de la competencia, como si hubiera colusión para tapar un asunto tabú, en el que todos los propietarios de diarios, radios y canales de TV están haciendo caso omiso a la petición del gobierno a los empresarios de congelar los despidos y no utilizar la crisis como pretexto para eliminar fuerza de trabajo y aumentar el desempleo. Las últimas “desvinculaciones” en el periodismo afectan a numerosos trabajadores de prensa escrita, radio y televisión, particularmente –en los últimos días– de las radioemisoras que maneja el grupo español Prisa a través de Ibero Americana Radio Chile, holding adquirido recientemente al venezolano Gustavo Cisneros, y del diario La Hora, del grupo Copesa-La Tercera, de Álvaro Saieh. Edwards y Saieh controlan prácticamente toda la prensa escrita, nacional y local, del país.
Los despidos en El Mercurio ocurrieron después que los trabajadores votaran en asambleas su rechazo a la propuesta patronal de renunciar voluntariamente a la gratificación correspondiente al año 2008, pactada en el acuerdo laboral vigente. La empresa solicitó este sacrificio invocando la crisis económica, que tampoco parece afectar al diario, pues sus ediciones siguen exhibiendo abundante publicidad, en tanto el dueño –Don Agustín o El Viejo, como suelen llamarlo– acaba de renovar su helicóptero y adquirir dos Mercedes Benz último modelo. Los despidos coinciden también con la negociación colectiva para un nuevo acuerdo laboral entre sindicatos y empresa. Por ejemplo, actualmente están negociando dos sindicatos de El Mercurio de Valparaíso.